Esas noches donde aire está adentro
Donde llueve afuera pero es adentro
Y la bruma, y la
niebla, se desdibuja y es más difusa en la mente
Afuera, lo que es, va a ser siempre
Adentro ya todo termina, y lo poco que quedaba, lo efímero,
se esfuma
Soñaba noches inmortales de revistas de moda
Con estereotipos y demás maravillas
Música de pocos hecha para todos
Y el aliento a nuevo, fétido y fresco, aturdiéndonos
Pero no hay nada de eso, y todavía no despierto
Es el mismo sueño que se estira, que se infla con los años
La misma estafa de los reyes y los programas de la tele
Un cadáver exquisito para dejar con la muerte
Tan absurdo e incoherente como esa vida de excesos
Soñé con excesos en una noche de invierno
Y afuera había un cielo que nunca moría
Y todo era plano y eterno, como en las fotos
Como en las hojas de las revistas de rock
Y adentro no había nada de esto
No estaba la bruma ni lo imperfecto
Y si bien nada era concreto
No podía distinguir
Entre lo de afuera
Y lo de adentro